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No a la violencia contra la mujer

La violencia no es natural ni genética, es cultural.  Se estima que de enero a junio de este año se recibieron 22,572 denuncias por violencia intrafamiliar, en donde la pareja ha sido la persona agresora en la mayoría de los casos.

Existen diferentes organizaciones de mujeres e instituciones públicas que te pueden orientar.  La abogada y notaria Luisa María De León, del Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM), te sugiere seguir estos pasos para denunciar la violencia contra la mujer o violencia intrafamiliar.

1- La agraviada u otra persona en su nombre puede abocarse a cualquier instancia de recepción de denuncia: Ministerio Público, Policía Nacional Civil, Juzgados, Procuraduría de Derechos Humanos, Procuraduría General de la Nación, Bufetes Populares de las diferentes Universidades.  Según el artículo 4 de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar (Decreto 97-96).

2-  Llevar su documento de identificación, aunque si no lo lleva debe exigir que le tomen la denuncia de todas formas.

3- La instancia receptora de denuncia deberá remitirla al Juzgado de Paz, de Familia o de turno, para que emitan las medidas de seguridad pertinentes.

4- Estas medidas de seguridad las debe ejecutar la Policía Nacional Civil (PNC), es decir, ellos deben ir a notificar al agresor y hacer que se cumplan las medidas.

5. De la denuncia y de los documentos debe enviarse copia al Ministerio Público para que inicie la investigación por el delito de violencia contra las mujeres, según lo contemplado en la Ley contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia contra la Mujer (Decreto 22-2008).

6- Si hay golpes físicos o hubo violencia sexual, se debe solicitar la intervención del médico forense para que haga la evaluación médica legal lo antes posible.

7- Si existen otras evidencias sobre el delito habrá que llevarlas, por ejemplo ropa con sangre u otras evidencias, fotografías, armas u otros objetos utilizados en la agresión.

8- Después de hacer la denuncia, es necesario buscar la ayuda de personas u organizaciones encaminadas a este fin, para garantizar que el lugar sea seguro no solo para la mujer sobreviviente de violencia, sino también para sus hijas e hijos, en donde puedan descansar, tener apoyo y pensar en el seguimiento del caso.

9. Es importante que exista la seguridad en el centro de apoyo al que acuda para evitar que se arriesgue a una nueva agresión o señalamientos y culpabilización de parte de la familia, amistades o vecinos y del mismo agresor que seguramente intentará obligarla a que retire la denuncia.
Fuente: Luisa María De León, abogada y notaria, del Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM).

Por Margarita Pacay

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