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Mujer con imagen integral

La vida moderna nos ha llevado a cambiar algunas prioridades: la comida sana, por aquella rápida con contenido elevado de grasa, azúcar y sal; el ejercicio natural como caminar al aire libre, por los gimnasios; la convivencia familiar, por un programa de televisión, y conversar frente a frente, por un chat. Son a mi parecer actividades que debemos revisar para evaluar nuestros niveles de intoxicación corporal, emocional, mental y espiritual.

Una situación que ejemplifica este cambio de valores e interacción es la celebración de los 15 años. Ahora las jovencitas contemplan la posibilidad de sustituir la fiesta por una cirugía estética para modificar alguna parte de su cuerpo, lo cual le ocasiona una grave intoxicación emocional que luego impide en el futuro se convierta en un ser humano integral.

Al respecto los padres debemos promover una valoración más cercana a la realidad, para que nuestras hijas mantengan cierto equilibrio de vida. Hablo de la necesidad de poseer salud integral, es decir, bienestar del cuerpo, mente, emociones y espiritualidad.

Yi112626410118La modernidad ha limitado el entendimiento de esos aspectos, pues pareciera ser que con la envoltura o apariencia física basta. Al observar cuerpos esbeltos por fuera, a veces desconocemos que están maltrechos por dentro, con desequilibrio mental, tristeza, depresión, ira, odios, apegos a bienes materiales y poco acercamiento a lo espiritual. En otras palabras, esa fuerza interna que nos facilita encontrar las respuestas cuando parece que no hay una salida a nuestros problemas.

La mujer íntegra es quien descubre que la fuerza y el poder vienen de adentro, que son esos cuatro factores los que determinan su equilibrio de vida. Es quien cumple cada día con el compromiso profundo para regresar a la naturalidad, pese a la vida moderna.

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