El acompañamiento emocional de personas generosas no tiene precio. Es lo que han experimentado muchas madres después del parto en el Hospital Roosevelt. Se trata del grupo de voluntarias Semillas de amor, quienes han emprendido un proyecto lleno de ternura.
El acompañamiento emocional de personas generosas no tiene precio. Es lo que han experimentado muchas madres después del parto en el Hospital Roosevelt. Se trata del grupo de voluntarias Semillas de amor, quienes han emprendido un proyecto lleno de ternura.
Hace cinco años cobró vida la fundación Semillas de amor, con el objetivo de fortalecer la autoestima de las madres que tienen a sus hijos en el Hospital Roosevelt y pacientes diagnosticadas con cáncer.
Las voluntarias se han capacitado para llevar mensajes positivos a las mujeres con el afán de que estimulen con cariño a sus bebés, enriqueciéndolos con mensajes positivos como “eres bienvenido”, “te amo”, y que cada día les den amor junto a su lactancia materna. “Desde el vientre deben recibir esa estimulación y al nacer debe continuarse, para que se sientan amados y bienvenidos”, asegura la psicóloga Celeste de Lima, coordinadora de Semillas de amor.
A las madres también se les provee de accesorios, ropa y productos de higiene personal para sus bebés, aportes de personas y empresas que han confiado en la fundación.
“Las voluntarias llegan los lunes por las mañanas al hospital para acompañar y atender a las nuevas madres, darle seguimiento a quienes han quedado internadas por alguna causa, así como animar a quienes llevan el proceso del protocolo contra el cáncer”, afirma la psicóloga Valentina Valares, voluntaria de Semillas de amor.
Si deseas apoyar y conocer más sobre esta agrupación puedes llamar a los teléfonos 2364-2111 y 4769-8689, o visitar la página de Facebook Fundación SDM
Por Margarita Pacay
Fotos: Cortesía Fundación Semillas de amor.
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