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Si esto te está pasando en el trabajo, es hora de buscar otro

Cambiar de trabajo puede parecer un movimiento poco acertado para tu carrera, pero en ocasiones el ambiente laboral hace necesario irte. Estos factores te servirán para analizar tu decisión.

A veces la búsqueda de un mejor salario o el inconformismo por el entorno en el que trabajas se convierten en las principales motivaciones para contemplar la posibilidad de irte. Aunque es una decisión difícil debes analizar tus razones, ya que hay días malos, pero ¿cómo saber si es solo eso o se trata de algo más serio?

La motivación

Lo primero que debes hacer es analizar y distinguir la motivación que tienes, ya que a pesar de tener un mal día, amas lo que haces y disfrutas cada proyecto que realizas; sin embargo, cuando la motivación se viene abajo y ya no hay más satisfacción ni alegría por desempeñarte en tu puesto, seguro nada podría hacerte feliz.

Los cambios de asignaciones

Sucede mucho que en los lugares de trabajo te contratan para hacer ciertas tareas y terminas realizando algunos otros por los cuales no fuiste contratado. Esto puede pasar con frecuencia, pero si de verdad no es lo que quieres, debes reflexionar sobre tu futuro.

No hay crecimiento

Todos comenzamos un trabajo con la idea de desarrollarnos personal y profesionalmente, en un entorno que te brinde estabilidad económica como un espacio para crecer como profesional. Si llevas mucho tiempo en el mismo lugar y no pasa nada, ¡muévete! No eres una planta.

Te falta inspiración

Este punto puede estar muy ligado a la motivación, ya que seguro comenzaste a trabajar en ese lugar con mucha pasión por lo que hacías y tomarlo parecía una buena decisión. Cuando llegas a tu límite y no sientes que haya más retos que alcanzar, pero sobre todo aburrida, derrotada y sin esperanzas, considera si quieres seguir aguantando esto por más tiempo.

Para lidiar con este asunto laboral, el experto Diego Palacios recomienda establecer prioridades. Analiza si lo que estás haciendo te da satisfacción profesional, si no es así es momento de confrontarte seriamente y volar hacía otros retos.

Seguro se lee fácil dejar todo e irte, pero si aún tienes cuentas por pagar, deudas, una casa que mantener, es mejor que busques elementos que te motiven.  No tienen estrictamente que ser de la oficina, sino pueden ser externos, por ejemplo tu familia o un viaje que tengas planeado hacer y para el cual tienes que ahorrar.

Crear un plan que tenga un plazo para buscar otra oportunidad laboral y lo más importante es estar consiente de los factores que te tienen mal en el trabajo.


Fuentes: Diego Palacios, psicólogo clínico, teléfono 4004-3308. servicioscdh@gmail.com www.entrepreneur.com

 

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