Es importante saber cuál es el color más te favorece y cómo elegir entre mate o brillo.
Cuando pensamos en maquillaje lo primero que se nos viene a la mente es un lápiz labial. Agregar color a tus labios puede marcar una gran diferencia en la apariencia del rostro.
Un tono mal elegido puede destruir fácilmente toda tu imagen y por eso es importante elegir un color adecuado.
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Determina tu tono de piel
El primer paso y muy importante es determinar qué tono de piel es el tuyo. Hay cuatro principales tonos que son: claro, medio, bronceado y oscuro.
Claro

Medio
Bronceado
Oscuro
Determina la matiz de tu piel
Conocer el matiz de tu piel definitivamente será una gran ayuda para guiarte a la hora de maquillarte. Básicamente, hay 3 tipos: frío, cálido y neutro.
Matices fríos: piel clara o suave – mate suave o nude; piel media – tonos rosados o arándanos; piel bronceada u oscura- rubí o tonos color vino.
Matices cálidos: piel regular o clara – rosa pálido o nude; tono de piel medio, bronceado u oscuro – tonos cobre o bronce.
Neutros: Una amplia paleta de colores, todos los tonos fríos y cálidos.
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La forma de los labios
Labios superiores gruesos: lápiz brillante en el labio inferior y un tono ligeramente más oscuro pero del mismo color en el superior.
Labios gruesos inferiores: cualquier color que se adapte a tu tono y un poco de nude justo en el centro del labio superior.
Labios asimétricos: Debes utilizar un tono similar al del lápiz con que vas a delinear tus labios.
Tamaño de los labios
- Labios delgados: evita utilizar colores oscuros y llamativos, solo harán que tus labios se vean mucho más delgados. Intenta recurrir a los labiales cremosos o brillantes.
- Labios rellenitos: Debes evitar los tonos demasiado fuertes o brillantes, y las texturas demasiado llamativas.
Fuente: GenialGuru/Vogue