El brasier es una pieza fundamental del armario, pero la mayoría lo usa de forma incorrecta o no saben cuándo ya es tiempo de cambiarlo.
Existen ciertas molestias que el brasier provoca cuando ya no funciona, te damos algunos tips para identificar que lo debes cambiar:
No puedes esperar ni un minuto, y sólo deseas deshacerte de él cuando llegas a tu casa por la noche: probablemente no sea tu talla.
Parece como si tuvieras cuatro bustos. Si tu sujetador es muy pequeño, saldrá lo que sobra por arriba, y arruinará la línea de tu ropa: necesitas una talla mayor.
Tu sujetador parece que da la vuelta a la espalda: es demasiado grande, y tu busto no tiene sujeción.
El aro sale y se te clava en la piel: ¡tíralo!
Te deja marcas en la clavícula; es muy pequeño, o los tirantes están muy ajustados.
Tienes marcas rojas y doloridas en los hombros y al final del día: el sujetador ya no te sujeta lo suficiente.
¿Qué hay con el talle?
Los tirantes deben quedar alineados con los pezones, esto contribuirá a levantarlo al máximo.
El busto debe estar aproximadamente a la altura de la mitad de tu brazo entre el hombro y el codo.
La copa debe cubrir el busto sin que se salga, de lo contrario este será muy pequeña.
El centro debe lucir completamente plano, sin que en las copas entre aire.
La parte de atrás no debe subirse.
La ballena debe estar perfectamente formada.
El elástico que pasa alrededor de la espalda debe lucir firme pero cómodo. Para comprobarlo introduce un dedo debajo de él, aquí podrás verificar si está muy ajustado.
Fuentes: Información de Andrea, teléfono 2417-1111. Libro Guía para chicas ocupadas estar estupenda de Caroline Jones, editorial Everest.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
s