blog

¿Cómo diferenciar el acoso de la agresión sexual?

A nivel mundial, aún existe confusión en cuanto a estos dos términos, ¿sabes qué los diferencia? Aquí te lo contamos.

El acoso sexual engloba conductas ofensivas y avances sexuales no deseados. Hace referencia a insinuaciones inapropiadas o a cualquier conducta verbal o física de origen sexual sin consentimiento.

Una de las formas más comunes de acoso es la que se da en las jerarquías laborales, en donde el acosador se aprovecha de su posición para intimidar o pedir favores sexuales a cambio de algo.

Existen varias señales de alerta, por ejemplo:

Físicas: dar masajes, tocar la ropa, el pelo o alguna parte del cuerpo de otra persona de forma forzada.  Tocarse de manera sexual delante de otra persona o rozarse con el otro, entre otras.

Verbales: hacer comentarios sexuales sobre el cuerpo de otra persona, hacer preguntas personales sobre la vida sexual del otro y hacer insinuaciones subidas de tono, entre otras.

En cambio, la agresión sexual va más allá de todo, pues invade por completo el espacio físico de la persona, dando lugar a violaciones, felaciones, besos o caricias forzadas, al grado de lastimar a nivel físico y emocional.

Ambos comportamientos son inaceptables y deben ser denunciados. El respeto es un derecho de todos. Nadie puede ni debe obligarte a pasar por situaciones incómodas que pongan en riesgo tu integridad física y mental.

Lee también: En mi relación confundí amor con abuso

Si estás pasando por una situación similar, por muy inofensiva que la sientas, no te calles y denuncia.

En este video encontrarás más detalles.

s