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Silvia Pérez y su historia de una madre empoderada

Ser madre es uno de los roles más maravillosos del mundo, es el milagro de la vida y un regalo preciado e invaluable de la naturaleza hacia las mujeres.

Es una experiencia que llena de alegrías y grandes satisfacciones para toda la vida. Alrededor hay mujeres fuertes y valientes con historias inspiradoras que nos motivan a seguir adelante como Silvia Pérez, abogada y notaria, Magister Artium en Derecho Procesal Civil y madre de tres hijos.

Para Silvia ser madre es un regalo y privilegio que Dios le ha brindado, es el motor que la impulsa cada día, oxígeno que la mantiene de pie y la razón por ser cada día mejor persona y profesional.

“Lo que más disfruto de ser madre es amar a alguien más que a tu propia vida, verlos crecer y como van luchando por cumplir sus sueños y sus metas, también disfrutar de sus triunfos”, afirma Silvia.

Para Silvia, el rol de ser madre es tener la misión de formar a un ser humano con valores y principios.

“Un hombre o mujer con principios habla mucho de su madre, yo tuve una excelente madre y un gran ser humano y trato de heredarles eso que me inculcó, para que cuando cierre mis ojos pueda ir en paz y decir: misión cumplida mi Dios”, comenta Silvia.

Balance entre el rol de ser profesional y madre

De acuerdo con Silvia, siempre hay tiempo para los hijos: “Estoy atenta a escucharlos cuando ellos me buscan. Todos los días tenemos una reunión a la hora de la cena, están prohibidos los celulares o cualquier cosa que nos distraiga, exponemos cada quien sus dudas y sus anécdotas. Siempre que estoy con ellos al 100%”.

Durante el último año, la madre trabajadora ha tenido que dividirse entre las cosas del hogar, la familia, la escuela y el trabajo de la oficina

“En nuestro hogar no se dejó de trabajar, aunque fue trabajo en casa y colegio casi no se descansó. No aumentaron las tareas de casa ya que hay mucha disciplina y no nos fue difícil acoplarnos”, afirma Silvia.

La familia de Silvia se caracteriza por ser unida, sus integrantes tienen un gran amor a Dios, son respetuosos en su ecosistema debido a que practican la cosmovisión maya.

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