Conoce la historia de Roxana Túnchez y su emprendimiento “La Dulcita”

“La Dulcita” es un emprendimiento dedicado a la elaboración de mermeladas artesanales de diversos sabores que defienden el sabor natural de las frutas. Nació el 29 de septiembre de 2020, cuando Roxana preparó las primeras mermeladas y se vendieron todas.

De acuerdo con Roxana, este emprendimiento “La Dulcita” tiene ese nombre en honor a su bebé (Dulce Gabriela), quien en ese tiempo tenía 9 meses cuando decidió iniciar este negocio.

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 “Cuando ya tenía una idea clara de lo que quería vender, empecé a capacitarme a través de tutoriales y artículos sobre elaboración de mermeladas. Realicé algunas mermeladas de prueba y junto a mi hermana elaboramos el prototipo de la etiqueta y luego en redes sociales conocimos a una diseñadora quién nos ayudó con el arte final y la impresión de las mismas”, comenta Roxana.

Al igual que en muchas otras industrias, la pandemia de covid-19 afectó el sector de las relaciones públicas y en donde Roxana laboraba.

“Cuando se tiene tiempo y no dinero, se empieza uno a preocupar y a meditar qué se puede hacer para generar ingresos y llevar el sustento a casa, fue así como me atreví a emprender un negocio motivado por una necesidad. Mi familia me dio animó para emprender este negocio, ya que ellos estaban seguros que yo tenía talento para la cocina y que mis mermeladas se venderían muy bien, además este emprendimiento me daría solvencia económica, sin descuidar a mi hija”, afirma Roxana.

Los productos La Dulcita se caracterizan por tener menos azúcar que las mermeladas tradicionales. Esta es una regla básica, ya que la intención es obtener una parte de esa azúcar de la misma fruta.

“Al igual que la pectina no la compro, la elaboro yo misma. Mis productos son 100% naturales, no contienen preservantes ni aditivos. Son productos artesanales, creo que siempre es mejor hacerlas con las manos y con insumos naturales que con máquinas, ya que ello repercute en el sabor. Algunos clientes me han comentado que disfrutan de mis mermeladas comiéndolas como postre, sin untar en pan o panqueques, simplemente abren el frasco y la degustan, esto se debe a la baja cantidad de azúcar que contienen.”

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Una de las metas a corto plazo de este emprendimiento es promover nuevos sabores, experimentar con nuevas combinaciones, no solo de frutas sino de otros ingredientes como el café o el jengibre. A largo plazo formalizar este negocio y Roxana ser proveedora de una cadena de supermercados o tiendas comerciales de gran tamaño. De este modo, la emprendedora, cumpliría el sueño de dar empleo a otras mujeres que les guste la cocina como a ella.

Según Roxana, el primer reto es competir con las formulas saturadas de azúcar y preservantes, ya que esos frascos provienen de lotes enormes que son distribuidos a nivel nacional, lo que los hace más baratos que los productos artesanales.

“Mis mermeladas atienden a un consumidor más consciente de lo que se lleva a la boa y dispuesto a pagar un poquito más por mermeladas singulares que ofrecen variedad y mejor sabor. Otro reto es dedicarle tiempo a la promoción y ventas, no es fácil colocarlas en el mercado y que se vendan. Gracias a Dios yo tengo el apoyo de mis hermanos que las venden en sus lugares de trabajo y mis amigas que las promocionan en las colonias donde residen. Recuerdo lo difícil que fue para mí salir a ofrecerlas a mis vecinos la primera vez, pensé que no me iban a comprar pero me atreví y descubrí que cuando se realiza un trabajo con amor y mucha fe, los resultados son exitosos”, comenta Roxana.

La emprendedora indica que los logros de “La Dulcita” ha sido preparar combinaciones de mermeladas que no había pensado hacer como fresa con mora y ponche de frutas. Además, ha logrado vencer el miedo a vender y demostrarse así mí misma que es capaz de manejar un negocio.

Roxana se caracteriza por ser una mujer perseverante, las ideas no se quedan en su mente, se llevan a la acción. Busca formas para alcanzar sus proyectos, hasta lograrlo. Termina lo que empieza y ha aprendido a sobreponerse del cansancio, los contratiempos y la frustración.

Mujeres que empoderan

“Mi consejo es que descubran sus talentos y les saquen provecho, algunos están ocultos y hay que buscarlos. Es nuestra responsabilidad conocer cuál es para dedicarnos a lo que más amamos. Y no solo eso, sino ponerlo al servicio de los demás para mejorar este mundo, ese será nuestro aporte.

Así que no tengan miedo a emprender, ni al qué dirán pero si estén conscientes de que es válido equivocarse.”

¿Cómo adquirir sus productos?

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