La práctica frecuente de una serie de ejercicios localizados y centrados en esta área te puede ayudar a tonificar la zona del cuello y a reducir la papada.
Con la edad, los cambios de peso y las dietas imposibles, la papada puede sufrir flacidez o verse hinchada. Esto puede parecer algo irremediable pero en realidad puede solucionarse con ejercicios para adelgazar la papada sin recurrir a las cirugías.
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La cirugía no es la solución para todos los problemas
Si tenemos un exceso de peso, podemos hacer deporte y sufrimos flacidez, podemos hacer ejercicios para tonificar las partes del cuerpo.
Nota: Necesitas ser perseverante para empezar a ver resultados. ¿Te animas a hacer los siguientes ejercicios para reducir la papada?
Dar un beso al aire
Este es uno de los ejercicios más sencillos de hacer para adelgazar la papada. Tienes que poner los labios como si fueses a dar un beso al frente. Fuerza y exagera el beso para notar cómo se está ejercitando la papada.
Lo que debes hacer es llevar la cabeza ligeramente hacia adelante para potenciar el ejercicio. Una vez hayas dado el beso, regresa a la posición inicial. Esto lo puedes hacer entre 6 y 8 repeticiones.
Movimiento de mandíbula
Este segundo paso de los ejercicios para adelgazar la papada es muy efectivo. Lo que tenemos que hacer es girar la mandíbula hacia un lado. Podemos alternar primero con el derecho y luego con el izquierdo. En ningún momento debe haber movimiento de la cabeza.
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Lo que sí se debe de mover es la mandíbula. Intentaremos desplazar los dientes de abajo hacia delante lo más que podamos como si tuviésemos prognatismo. Volveremos a la posición inicial y repetiremos. Este ejercicio debemos hacerlo lentamente. También realizaremos unas 6 u 8 repeticiones.
Exagerar las vocales
Aunque todos sabemos pronunciar las vocales, hacerlo exagerándolas puede convertirse en un excelente ejercicio para reducir la papada. Para hacerlo, debemos ponernos delante de un espejo y pronunciar cada vocal estirándola lo máximo posible.
Tenemos que poner la boca en la posición de la vocal exagerando su abertura y la posición de los labios. Podemos colocar un dedo debajo de nuestra papada para darnos cuenta de cómo está trabajando. Si no lo notamos es que tenemos que exagerar un poco más. Haremos una repetición con cada vocal.
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Con información de MejorConSalud
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