Con el coche al trabajo y luego nuevamente sentado: muchos empleados se mueven demasiado poco durante su vida laboral cotidiana.
Para que esto no ocasione lesiones corporales, el Instituto de Asesoramiento de Salud Ocupacional (IFBG) de Alemania recomienda que el lugar de trabajo esté dispuesto de la manera más dinámica posible, por ejemplo con una impresora o un cesto de papeles en el pasillo.
De esta manera, señala, por cada impresión o cada idea que se descarta resulta necesario pararse y dar un par de pasos. Una estación de trabajo de pie también resulta útil. Pero no en cada oficina ni en cada home office existe un escritorio ajustable.
La solución es tan simple como poco convencional: trabajar sobre una cómoda o un estante puede volverse una verdadera alternativa, mientras que libros o cajas pueden servir como una elevación adicional.
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De esta manera, también resulta posible mantener la regla denominada 40-15-5: permanecer 40 minutos sentado, 15 minutos de pie y cinco minutos moviéndose, de manera que el cuerpo asimismo continúe en movimiento.
Cuando a veces los pensamientos no quieren fluir, también puede ser beneficioso cada tanto dar un paseo en horario de trabajo. Al aire libre, los bloqueos de pensamiento a menudo se disipan solos y ese entorno resulta ideal para el “brainstorming”.
Quienes introducen regularmente ejercicios más reducidos o incluso rituales de movimiento, por ejemplo, después de cada visita al baño, pueden no sólo relajar el cuerpo, sino también lograr una mejor concentración.
La creatividad en este contexto no tiene límites: desde círculos regulares con los brazos, hombros, cabeza y manos, hasta estiramientos o incluso saltos, todo está permitido. “¿Y por qué no bailar mientras se trabaja?”, alienta incluso el IFBG.
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Y, respecto de las visitas al baño: solamente estos desplazamientos contribuyen mucho al movimiento. Por lo tanto, cuanto más seguido, mejor. Esto funcionará de la mejor manera si se ingiere mucho líquido, lo que de todas maneras es positivo e importante para la salud.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomiendan entre 150 y 300 minutos de movimientos moderados por semana, como por ejemplo una caminata rápida.
Según especifica la OMS, a partir de los 300 minutos de actividad física moderada se registran efectos positivos adicionales en la salud, como por ejemplo una reducción en el riesgo de cáncer de mama e intestinos, diabetes o accidente cerebrovascular.
Los datos evaluados en el estudio de IFBG reflejan que alrededor del 67,7 por ciento de los hombres practica al menos 300 minutos de actividad física moderada por semana. Y a la vez deja en claro que entre las mujeres la cifra es claramente menor, con un 61 por ciento.
Según el instituto, también resulta sorprendente que sólo el 60,5 por ciento de las personas entre 30 y 39 años lleguen a 300 minutos a la semana, un número que deja margen para un incremento.
dpa