Te puede parecer que haces todos los esfuerzos posibles, pero una dieta mal balanceada, dormir poco, deficiencias vitamínicas o el estrés pueden provocar que tus hormonas no te dejen vencer el sobrepeso.
Las hormonas como la leptina, la insulina, el cortisol y la hormona del crecimiento, tienen una influencia en el apetito, el metabolismo y, por ende, en el peso. Las personas que presentan sobrepeso u obesidad tienen niveles alterados de estas hormonas, que fomentan el metabolismo anormal y la acumulación de grasa corporal.
El papel de las hormonas
Las hormonas son mensajeros químicos que regulan los procesos metabólicos en nuestro cuerpo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), del buen funcionamiento del sistema endocrino entre otros factores, depende nuestra salud, ya que este regula la liberación de hormonas esenciales para temas como: el metabolismo, el crecimiento y desarrollo, el sueño o el estado de ánimo. Además, las hormonas influyen en el peso debido a que los excesos o deficiencias de estas, pueden conducir a la obesidad, pero, también la obesidad puede conducir a cambios en la segregación de hormonas.
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Es importante aclarar que la obesidad no sólo está relacionada a un tema hormonal, sino que es una enfermedad crónica que requiere un tratamiento médico a largo plazo. Ya que su naturaleza es compleja y multifactorial, siendo influenciada por factores genéticos, fisiológicos, ambientales y psicológicos y se asocia con consecuencias graves para la salud.
Estrógenos y la grasa
La “fábrica” principal de estrógenos son los ovarios, pero también las glándulas suprarrenales, situadas encima de los riñones.
La mayor cantidad la tenemos en la pubertad y va descendiendo hasta llegar a la menopausia, cuando el ovario deja de fabricarlos. De ahí que a partir de entonces se produzca una redistribución de grasa en el cuerpo de muchas mujeres que pasan de tener una figura tipo “pera” a “manzana”, pues se produce una mayor acumulación en torno a la cintura y el abdomen.
Cuando estamos alegres nuestro apetito suele ser el que normalmente tenemos, mientras que, si estamos tristes o momento de tensión suele disminuir; pero también en ocasiones puede suceder el efecto contrario y darnos un atracón.
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¿Qué hacer?
Es importante trabajar de la mano de un profesional médico para sobrellevar la obesidad como una enfermedad que requiere atención integral.
Los especialistas brindan algunas recomendaciones prácticas que combinadas con la atención médica pueden ayudarte a mantener un balance saludable:
– Dormir suficiente: es recomendable que disfrute de entre 7-8 horas de sueño diarias, ya que al no hacerlo se podría contribuir a la ganancia de peso.
– Mantente activo: al menos tres veces por semana. Salir a caminar, trotar o correr ayuda a despejar la mente y a liberar estrés.
– Autocuidado: es un momento de poca actividad social, por lo que se puede traducir en una oportunidad de mantener una alimentación sana y de atender nuestras necesidades personales.
– Potenciar las relaciones sociales: apoyarse en amigos y familiares, llamarlos y conversar con ellos. Compartir las experiencias y empatizar unos con otros.
Fuente: Dr. Víctor Nolasco- Novo Nordisk/Dra. Marta Fernández mfernandez@gmail.com